martes, 7 de abril de 2009

AHORA TENGO UN HOSTEL Y MI PRIMER HUESPED: UN COLOMBIANO.

Se llama Carlos, un nombre equivalente al José en Argentina. O sea, según estuve investigando en revista pornográficas colombianas, todos se llaman Carlos. Y el que no se llama así, es porque los padres quisieron ser un poco mas sofisticados y le pusieron un nombre bíblico como Pedro.
Lo conocí en casa, que ahora, es un HOSTEL. Ojo! no es "hotel" ni "hostal", ahora, a un casa que uno alquila para inmigrantes indocumentados que no pueden alquilar un departamento, se llama Hostel. Y bueno, como en casa con la jubiliación de la Edelmira no alcanza (se gasta mas de la mitad en marihuana y la otra mitad en taxi boys) anduve aviriguando qué nogocio era rentable y descubrí que un HOSTEL es un buen negocio. Y bueno, reacondicionamos una habitacion (la única) de casa, revocamos el baño de afuera y le pusimos un nombre que suene familiar a los latinos: "La Cama Caliente". No tengo idea si suena extrangero, pero todos los bolivianos y paraguayos del barrio, enseguida vinieron a preguntar por nuestros servicios.

Cuestión que luego de publicar un aviso en la revista del barrio, llegó Carlos, el colombiano. Arreglamos precios, forma de pago y servicios. Le ofrecimos LEI (luz de encendido inmediato; osea, cuando oprime el interruptor se enciende la lámpara); TVP (Toilette con Vista al Patio, ya que el baño queda afuera) ; Desayuno Barrial (Todos los días, vamos a tomar mates a la casa de un vecino distinto); Servicio de Mucama (No saben como me queda el uniforme), y Habitación Indivual por tiempo indefinido (O sea, va a estar solo, hasta que llegue algún otro o la vieja se canse de dormir en la cocina).

La cosa parece que va a andar, la verdad es que me cuesta mucho entenderle como habla, pero se que nos vamos a acostumbrar. Hoy a la noche, creo que vamos a darle servicio de cine. Otro día les cuento. Chauuuuuuuuuu